Biblioteca
Estoy empacando cada uno de los signos que de mi frente figuraban, los votos de fidelidad que les hice ya gastados están , envueltos en esa mortaja de seda que solo en los rituales cabe, así quedarán .
Tanto justificar la rebelión de los poetas , sus reflejos devorándose como caníbales unos y otros sin misericordia, para luego juntos festejarse en la patria y en la tribuna con los aplausos, -ya no más!; que sus ojos rueden por mi camino, que el escarabajo los halle y los recicle, que sus vertebras se compriman en las páginas de sus voces en esta cámara que preparada les tengo, sello y lacre será toda la eternidad que les confiero, mi paso ciego por esta tiniebla es, y desde las catacumbas surge el sortilegio ; "Quien llene su propio pozo con las manos atadas podrá librarles".
Habrá voluntarios llenos de candor, - como un día lo fui ; con esas mejillas sonrosadas y mirada cristalina esperando paciente su turno , torsos firmes , espaldas fuertes, piernas ágiles, sexos urgentes, todos con la savia de sus pulsos en la plaza del pueblo, será un día guerrero, con las trompetas llamando, y vendrán de todos los puntos; - como ayer también lo hice; y vaciarán la alegría de sus cuerpos a medida que se adentren , pues, serán penitentes de todo el horror del mundo, sus pies sangrarán hasta caer de rodillas, será la odisea de sus propias gargantas , elevarán el fuego redentor del holocausto poético, ellos , los renuevos , los que no han parido hijos de los siglos , vendrán a esta escena de apoteosico lirismo, mansos y ungidos, serán el mejor poema que los libros podrán atesorar.
lichazul © elisa