Farsa tóxica
No tenías porque hacerlo
no tenías porque pensarlo
y sin embargo lo hiciste;
sentiste alivio y paz,
esa paz que después de la locura buscabas,
esa tranquilidad que en el éxtasis no encontraste,
ese sosiego que las lágrimas ayudaron a redimir
a tu torturado interno .
No pude detenerte,
no pude llegar antes , no lo sabía , desde cuándo?
quizá fue la curiosidad al principio
la que rozó el equilibrio frágil,
la que rompió ello sin dudarlo,
la que se consumió entre las risas y los viajes,
esa curiosidad ingenua y tonta que todos tenemos.
No pude dejar de mirarte,
allí tus brazos me hablaron , me lo confirmaron
me lo gritaron fuerte y claro,
Angustia,
sí era angustia torturante y quemante
que bajó a tus impulsos y que de ellos hizo dominio.
Angustia ,
si ya no volvías a sentirla entrar a ti
para sostener una ilusión pasajera
para dibujar una mueca de alegría en tu boca
para revivir los triunfos de la noche
para calmar a esta angustia que hoy te esclaviza.
No tenía como saberlo, pero debí darme cuenta
porque te acurrucas y te retuerces
te lamentas y maldices
estás en agonía infernal
estás gritando ayuda
estás allí, y yo te miro desde la ventana
sin pensamientos ni palabras,
allí , mirando tus brazos labrados de púrpura vida
que se aferran a la camilla,
y que se merecen toda oportunidad .
elisa/lichazul©