As de oro
Esta vez tienes razón, soy nadie y nada; apenas una sombra en el camino , un soplo silente, sin nombre que recordar, una voz de entre muchas que se asoma a tu ventana, sin ganas de llamar la atención. Esas ganas que no ganan , quien sabe nada cuando pasé y te miré, lo que sí estoy clara es que nunca me viste, ni te enteraste que caminé a tu lado, ibas muy ocupado en tu conquista diaria, en tu pedestal futuro, en tu seguro contra catástrofes varias, pendiente hasta de tu mascota que de lo mimada ya ni se paraba , debías cargarla por toda la casa, apurado como un torbellino express, siempre calculando cada ganancia y cada tramo. Te recuerdo como el primer día, como si el tiempo retrocediera su aguja, como si las mañosas tejedoras del destino hilaran nuevos eslabones sobre el delantal ; tanto atesorar triunfos y pergaminos, tu muro no puede ni respirar, todo te hace grande, gigante; eres un campeón de la vida, la cima es apenas una colina desde tu trono exagerado, pero estás allí , aislado, temeroso y desconfiado de cualquiera, incluso de tu propia sombra. Para qué preguntas si te amé, pregunta mejor si alguna vez tú amaste , no hay peor pecado que pasar por la vida sin haber amado, sin haber sangrado por otro, sin haber reído con el otro, sin haber llorado más que por tus propios infortunios. Vacío dentro de lo agrietado, un corazón oxidado, un abrazo mortecino, final de giro, alimento de gusanos.
lichazul©elisa